La gente que me conoce bien, sabe lo mucho que me gustaba escuchar las historias de mi abuelo.
Desde que él ya no está, la vida se ha vuelto un poco menos interesante, era un gran contador de anécdotas, me hubiera podido pasar horas escuchándole.
Echo tanto de menos su voz que, cada día me arrepiento de no haber grabado ninguno de esos momentos más allá de mi memoria.
Sé que, si todavía estuviera aquí, sería el primero en oír mis entrevistas.
Sin duda, este podcast va por él. Me he propuesto convertirme en una buscadora nata de buenas historias, porque es la única forma de sentirle más cerca.